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Somos Uno Más: la discapacidad intelectual en la experiencia universitaria

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En los pasillos de nuestra IBERO es común ver a todo tipo de estudiantes, incluyendo a personas con discapacidad intelectual que, gracias al programa Somos Uno Más, no sólo viven al máximo la experiencia universitaria en esta etapa tan importante, que es el comienzo de la vida adulta, sino que también se desarrollan como personas responsables, independientes y autónomas capaces de trazar su camino profesional de acuerdo con sus habilidades e intereses.

En su más reciente sesión informativa, el equipo de Somos Uno Más explicó en qué consiste esta propuesta educativa y social. La Dra. María Edith Reyes Lastiri, Coordinadora responsable del programa, hizo hincapié en que, si bien no se trata de una licenciatura, ni de una ingeniería, ni de la capacitación para un determinado empleo, sí es un programa integral y a la medida que permite a cada estudiante aprovechar todo lo que ofrece la universidad para explorar y trabajar sus capacidades en un ambiente que les acerca a la preparación académica y pre-laboral, así como a las actividades culturales y deportivas propias de la universidad, con acompañamiento psicológico y asesorías individualizadas.

Uno de los aspectos más importantes, considera el equipo, es el sentido de pertenencia, por lo que arman con mucho cuidado cada generación, de aproximadamente diez estudiantes cada una, en un rango de edad de 18 a 25 años, para garantizar la integración y el compañerismo. En este sentido, las y los estudiantes que terminan este programa asisten con el resto de la comunidad universitaria a la ceremonia de terminación de estudios de Otoño, relató María Edith, “vienen con su toga, su birrete, se toman su foto, porque es parte de la experiencia universitaria”.

Tres años de formación integral

El programa dura tres años. El primero está dedicado al área de Formación Académica Básica; el segundo, al área de Formación y Vida Universitaria, y el tercer año se dedica al Área Pre Laboral. También hay dos áreas transversales que duran los tres años: la de Formación Personal y Social, y la de Formación Integral.

“El primero de los objetivos es ayudar a que las y los jóvenes se adapten a este nuevo contexto universitario”, explicó la Lic. Diana Cruz Juárez, responsable del Área de Formación Académica Básica, que abarca el primer año. Explica que, aunque las instalaciones de la Universidad Iberoamericana pueden llegar a ser intimidantes por su extensión, las y los estudiantes aprenden durante esta etapa propedéutica a moverse de manera autónoma por todo el campus y conocen los múltiples servicios que se ofrecen.

Al mismo tiempo, el cuerpo docente de Somos Uno Más identifica tanto los intereses como las necesidades académicas de cada uno y cada una de las participantes del programa para desarrollar a partir de ahí su malla curricular particular. También se refuerzan competencias como el lenguaje y la comunicación, habilidades cognitivas y de cálculo, así como competencias digitales.

Durante el segundo año, el área de formación Vida Universitaria se divide en tres bloques: inclusión académica, inclusión cultural y oferta deportiva. A través de este proceso, explicó la Mtra. Ana Karen Figueroa, responsable de esta área, se identifica el perfil del chico o la chica y de los apoyos que requiere.

Con esta información se hace una selección de materias dentro de las que ofrece la Universidad en sus programas regulares de licenciaturas e ingenierías y se hacen ajustes significativos en su plan de estudios para que pueda obtener mejores resultados en sus actividades; finalmente, se hace un contacto de sensibilización con las y los docentes de las materias. Todo ello lleva al primer día de clases, en el que la o el alumno “se incluye como cualquier otro estudiante desde el primer día y hacen todas las actividades”.

Al llegar a su último año, el del Área Pre-Laboral, las y los participantes de Somos Uno Más ya han explorado en el aspecto cultural, académico y deportivo de la Universidad, por lo que se hace orientación educativa, relató la Lic. Daniela Sáenz, encargada de esta área. Agregó que se les impulsa a “que ellos y ellas mismas puedan reconocer las áreas que les interesan, sus habilidades y sus intereses, y de ahí partimos para elaborar un perfil laboralellos y ellas elaboran su proyecto laboral, hacia dónde quieren encaminarse saliendo de la Universidad”.

A lo largo de los tres años, el programa cuenta con las áreas de Formación Personal y Social, y de Formación Integral. La responsable de la primera, Mariana Rojas, explicó que se trata del área de psicología del programa, con el objetivo de acompañar los procesos emocionales del alumnado, así como el desarrollo de conductas adecuadas a la etapa de la vida adulta. Para ello, se llevan a cabo tanto talleres como sesiones individuales. Por su parte, el Área de Formación Integral tiene que ver con responsabilidad social, voluntariado y derechos humanos.

Desarrollo de competencias pre-laborales

El Área Pre-Laboral no es una capacitación para el trabajo, es una práctica pre-laboral en la que las y los participantes generan herramientas y tienen, dentro de las instalaciones de la Universidad, un acercamiento al tipo de actividades que se pueden realizar en un empleo, precisó la Lic. Sáenz; en cuanto a la variedad de competencias, “el cielo es el límite”, dijo, pues depende de las capacidades e intereses de cada quien.

Por ejemplo, mencionó a una joven a la que le gusta la creación de contenido y que por lo tanto está en el área de Admisiones del campus, donde hace videos y fotografías. Otras personas del programa están haciendo atención al cliente o en asistencia administrativa: contestan teléfonos, mandan mails, hacen inventarios. “Mientras los ofrezca la universidad, vamos a abrir los espacios que se requieran”.

El programa desarrolla continuamente vínculos con empresas aliadas. “Las citamos junto con las y los jóvenes para que escuchen qué les ofrecen estas empresas”, explicó la Dra. Reyes Lastiri, y agregó que se tiene la meta de alcanzar los estándares para que las y los estudiantes puedan demostrar y certificar competencias laborales ante la instancia gubernamental Conocer. Hasta ahora, dijo, se han sacado cinco estándares que tienen que ver los perfiles de las personas que pertenecen al programa: profesor de yoga, otro es de limpieza de comedores, y tres relacionados con equipo de cómputo.

Somos Uno Más nació en 2014, después de una experiencia con el Centro de Autonomia Personal y Social (Capys), que tuvo un convenio de ocho años con la Universidad, durante los cuales se trabajó en el proyecto Construyendo puentes. El programa comenzó como parte del Departamento de Educación, y ahora pertenece a la Dirección General del Medio Universitario, específicamente a la Dirección de Formación Ignaciana.

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