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“Hago 1.5 galones de leche materna al día”. Así es la vida de esta madre con síndrome de hiperlactancia

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Elisabeth Anderson-Sierra, una madre de tres hijos en Oregon, tiene el síndrome de hiperlactancia, una rara condición médica que provoca una sobreproducción de leche materna. Ella comparte su historia con TODAY en beneficio de BadyBuddha, una empresa que vende extractores de leche y productos relacionados, donde Elisabeth es directora de Servicios de lactancia.

Estaba a mitad de mi primer embarazo cuando me di cuenta de que algo andaba mal. Solo tenía 13 semanas, pero estaba produciendo mucha leche materna, alrededor de 20 onzas por día.

Ocho años después, ese número se ha multiplicado por diez. He tenido tres hijos y la producción de leche materna nunca se ha disminuido o detenido. Ahora extraigo alrededor de 200 onzas cada día.

Milk Mom, Lactation Syndrome
Elisabeth Sierra-Anderson, que tiene síndrome de hiperlactancia, con su familia.Courtesy BabyBuddha

Hace unos ocho años me diagnosticaron síndrome de hiperlactancia, una rara condición médica que provoca una sobreproducción de leche materna. En mi caso, la sobreproducción es impresionante y cambió mi vida: nunca se detuvo entre mis embarazos y ahora que mi bebé más pequeño tiene 5 meses, permanece.

Los profesionales médicos me han dicho que sin una intervención médica, ya sea un medicamento no aprobado por la FDA o una doble mastectomía, mi producción no se detendrá.

Tomó algún tiempo para ser diagnosticada. Creo que cuando informaba a varios médicos la cantidad de onzas que estaba produciendo, se malinterpretó como mililitros.

Una partera fue finalmente la que se dio cuenta de que algo andaba mal. Ella vino después de haber estado amamantando a mi primer hijo durante una semana y abrió nuestra nevera, luego nuestra nevera externa. Ella estaba sorprendida y preocupada. “Nunca había visto algo así”, me dijo.

No eran exactamente palabras de consuelo, sino de validación de que lo que yo estaba experimentando estaba muy fuera de lo normal.

Milk Mom, Lactation Syndrome
La nevera de Elisabeth Sierra-Anderson llena de leche materna.Courtesy BabyBuddha

Durante varios años, mi vida (y en consecuencia la de mi familia) giraba en torno a mi horario de extracción. Debido a que necesitaba cualquier extractor que estuviera usando (y los probé todos) para tener la máxima fuerza, necesitaba estar conectada a una pared.

Claro, aproveché al máximo con extensiones e intenté ser productiva lo mejor que pude, pero irme por los largos periodos no era una opción. Tampoco me quedaba en ningún otro lugar que no fuera mi casa; muchos eventos se interrumpieron porque necesitaba llegar a casa para extraerla.

No puedo mentir y decir que no hubo ningún resentimiento de mi parte por cargar con esta condición.

El extractor que estaba usando pesaba 12 libras y era del tamaño de una pelota de fútbol. Era como un grillete. Eventualmente encontré un extractor portátil que es lo suficientemente fuerte para soportar mi producción, lo cual ha sido útil.

Milk Mom, Lactation Syndrome
Elisabeth Sierra-Anderson extrayendo su leche materna en un avión.Courtesy Elisabeth Anderson-Sierra

Y en uno de los giros de la vida que nunca ves venir, acabo de ser nombrada en el libro de los Récord Guinness por “La mayor cantidad de leche materna donada por un individuo” por donar 54,000 onzas a un banco de leche entre febrero de 2015 y junio de 2018.

Pero eso no cuenta el panorama en general: la cantidad total de onzas que he donado se acerca a las 350,000.

Mientras el costo mental y emocional de este diagnóstico es el que más me afecta, también hay un costo físico muy real.

La lactancia materna es agotadora para el cuerpo y he sido ingresada en el hospital en varias ocasiones por deshidratación y desnutrición.

También está el costo financiero: las neveras industriales para almacenar la leche, los tamaños específicos de las bolsas planas para almacenar la leche, la alarmante tasa de uso de sostenes de lactancia, cinta de embalaje y costos de envío, almohadillas de lactancia, sin mencionar todos esos extractores que probé para encontrar el correcto.

Tener más libertad ahora (por ejemplo, la extraigo en el automóvil hacia y de regreso de la escuela, y mientras preparo la cena) me ha permitido tratar de concentrarme en algo de lo bueno que ha surgido de una situación realmente difícil.

El lado positivo principal fue la capacidad de proporcionar toda la leche que necesitaban mis bebés, ya que sé que es un factor muy estresante en el proceso de la lactancia materna para muchos.

Apoyo el intercambio local de leche y también dono a un banco de leche para bebés microprematuros. Normalizar la lactancia materna y la donación de leche es mi principal objetivo.

Pero esta forma de vida no puede continuar para siempre y no hay forma de que pueda llegar a la menopausia (probablemente aún me falten muchos años, ya que solo tengo 35) y seguir así. Tendré que decidir qué tipo de intervención médica tomar para ponerle fin a esta parte del proceso de mi vida, y todo parece aterrador.

Hasta entonces, trato de concentrarme en lo positivo que surgió de mi diagnóstico y en los muchos bebés y mamá que he ayudado en los últimos ocho años.

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