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Cada 21 de marzo, se acostumbra usar calcetines diferentes con el fin de concientizar que toda vida importa y se defiende, que todos tenemos el derecho de trabajar, de realizarnos y de cumplir las metas que soñemos.
Los calcetines diversos son un símbolo de empatía, de comprensión, de entrega y servicio al prójimo, aquel que puede ser más vulnerable en una sociedad que vive con prisa, una sociedad ciega e insensible que no le da prioridad a la inclusión.
Este día es sobre todo, para hacer conciencia que el síndrome de Down no es una barrera, sino una puerta a un mundo sin juicios, sin límites, un mundo en el que nos enseñan que una sonrisa tiene el poder de transformar el día…
Un ejemplo de disciplina, responsabilidad… es solo cuestión de darles la oportunidad de ser ellos mismos, de desempeñarse en un oficio, de expresar libremente lo que les apasiona, lo que quieren lograr y que puedan expresar sus emociones prejuicios.
El síndrome de Down es un trastorno genético por una división celular en el par 21 de los cromosomas, por lo que también es conocido como Trisomía 21. Esta situación provoca discapacidad intelectual y del desarrollo.
Según la Organización de Naciones Unidas, de cada mil 100 nacidos, uno nace con esta condición.